Servicios
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- Médico, Universidad Nacional de Loja
- Especialista en cirugía plástica, reconstructiva y estética, Universidad Espíritu Santo
- Master en cirugía ortognática, España – Portugal
La cirugía ortognática del maxilar se realiza para colocar el maxilar en la posición correcta de modo que se pueda lograr la armonía facial y, lo más importante, una recuperación de la funcionalidad de este hueso, clave para masticar, respirar y hablar.
Este procedimiento se realiza para corregir varias deformidades faciales, como el prognatismo mandibular o Clase 3, mordida abierta o sonrisa gingival.
La cirugía ortognática del maxilar consiste en un corte del hueso maxilar llamado Osteotomía Le Fort I, que permite el avance, retrusión, alargamiento, acortamiento o rotación del hueso maxilar. Una vez que el hueso maxilar está en la posición deseada, se fija en su lugar con placas de titanio, un material completamente biocompatible.
Debido a los riesgos que implica una cirugía de retroceso mandibular (estrechamiento de las vías aéreas)
La cirugía ortognática más practicada en la mandíbula es la cirugía de avance mandibular. Este procedimiento es necesario cuando las personas tienen una mandíbula pequeña y retraída con respecto al maxilar, una condición conocida como retrognatia o clase II.
Este tipo de malformación afecta especialmente la armonía de la parte inferior de la cara y causa diversos problemas funcionales, como puede ser la apnea del sueño.
La cirugía de avance mandibular consiste en un corte a cada lado del hueso de la mandíbula llamado osteotomía sagital bilateral, un avance del mismo y fijación del hueso en la nueva posición mediante placas de titanio, un material completamente biocompatible.
La cirugía ortognática bimaxilar sirve para tratar las siguientes malformaciones:
Clase 2, Clase 3, asimetría facial, o mordida abierta, entre otras, cuando una cirugía monomaxilar no es suficiente para reparar los problemas del paciente.
El término “cirugía ortofacial” es cada vez más común en los medios especializados y divulgativos. Aunque cirugía ortognática y cirugía ortofacial puedan utilizarse para referirse al mismo procedimiento, la diferencia está en el enfoque:
La cirugía ortognática es un procedimiento quirúrgico que se centra principalmente en lograr la correcta función del complejo maxilo-mandibular, mientras que la cirugía ortofacial implica un enfoque holístico en el que la función y la estética van de la mano, y donde se toma en consideración el rostro en su conjunto.
Este cambio de paradigma se debe principalmente a los avances médicos y las nuevas tecnologías:
En primer lugar, el desarrollo de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, que son menos traumáticas para el paciente y acortan los tiempos quirúrgicos.
En segundo lugar, los avances tecnológicos aplicados a la planificación de las cirugías (softwares de planificación 3D, modelos virtuales, bisturí piezoeléctrico, etc.) permiten una planificación más precisa y previsible y una ejecución rápida y libre de complicaciones.
En resumen, la cirugía ortognática es un procedimiento funcional, y la cirugía ortofacial va un paso más allá, buscando el equilibrio ideal entre función y estética.
Para ello, en una cirugía ortofacial además de abordar el maxilar y la mandíbula de los pacientes, en el proceso de planificación, el cirujano también estudia los cambios que se producirán en otras partes del rostro a raíz de la intervención, y se plantean procedimientos complementarios para atenuarlos (en caso de ser indeseados) o armonizar el ‘nuevo’ tercio inferior del rostro con el resto de la cara con procedimientos como:
- Cirugía estética del esqueleto facial
- Mentoplastia
- Rinoplastia
- Frontoplastia
- Septoplastia
- Otoplastia
- Lifting cervical o facial
- rellenos faciales
- Blefaroplastia
- Cantopexia, y extracción de bolas de Bichat